Estas son 4 cosas que te pasan cuando no reemplazas inmediatamente los dientes faltantes con implantes dentales:
Dientes desplazados
Tus dientes están diseñados para sostenerse y apoyarse entre sí en su lugar. Cuando falta uno, los demás, con el tiempo, se desplazan para llenar el espacio.
Esto puede hacer que los dientes se vean torcidos a medida que se mueven para ajustarse dentro de la boca. Los dientes rectos que se inclinan hacia adentro para llenar un espacio pueden crear espacios más uniformes, lo que da lugar a una apariencia de dientes salientes o nudosos.
Crecimiento desigual de los dientes
Otra cosa que hacen los dientes opuestos es controlar el crecimiento de cada uno. Sin ningún diente opuesto que lo limite, el diente opuesto puede extenderse más allá de su longitud normal. Esto conduce a un crecimiento uniforme de los dientes.
No es raro ver pacientes con dientes faltantes que tienen dientes alargados, que intentan llenar espacios donde deberían estar los dientes opuestos.
Esto puede causar un problema con su masticación o, peor aún, causar un problema cuando intenta cerrar la boca correctamente.
Si la placa dental no se elimina, esta se convertirá en sarro, lo que dificultará su posterior eliminación.
Problemas de alineación de la boca
Los dientes deformados y desiguales pueden dar lugar a una boca desalineada.
Debido a que sus dientes básicamente se han movido para ajustarse o han crecido más de lo que se suponía, su boca termina luciendo desalineada. Su patrón de masticación cambia. Los músculos de la mandíbula también intentan compensar el cambio.
Con el tiempo, esta compensación hará que su rostro se vea desequilibrado. También aumenta la probabilidad de que desarrolle impedimentos del habla, ya que los movimientos naturales de su boca han cambiado. En este punto, también pueden desarrollarse dolores de cabeza, caries dentales avanzadas y dientes debilitados.
Reducción de la masa de la mandíbula
Por último, pero no por ello menos importante, quizás el resultado más aterrador de la falta de dientes es la reducción de la masa de la mandíbula. Un diente faltante puede hacer que la masa de la mandíbula se reduzca cada año, lo que lleva a una mandíbula debilitada. Cuando se produce una reducción de la masa ósea, el hueso se colapsa y arrastra consigo los músculos y tejidos adjuntos. Esto puede cambiar drásticamente toda la estructura facial, ya que los músculos y tejidos de tu rostro están conectados a puntos estratégicos de su estructura ósea.
Cuando se produce una reducción de la masa ósea, el hueso se colapsa y arrastra consigo los músculos y tejidos adjuntos.
Aunque este proceso es gradual, afecta su apariencia general con el tiempo. Esto no es algo que desee que le suceda mientras aún es joven.
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