El mal aliento, también conocido como halitosis, es causado principalmente por los alimentos que ingieres. Los alimentos que son fuertes en sabor y olor pueden dejar un olor inmediato en la boca. Además, cualquier alimento que no se elimine correctamente de la boca con la saliva, el cepillo de dientes, el hilo dental o el enjuague bucal eventualmente conducirá a una acumulación de bacterias llamada placa, que también producirá malos olores y mal aliento. La mejor manera de tratar el mal aliento es cepillarse los dientes después de comer.
Al cepillarte los dientes, asegúrate de usar una pasta dental con flúor recomendada por un dentista y cepíllate continuamente durante dos minutos. Para asegurarse de que tu boca esté limpia y de que se hayan eliminado todos los restos de comida, es importante no solo cepillarse los dientes, sino también las encías, la lengua, las mejillas y el paladar.