La buena salud bucal no se toma vacaciones
Las vacaciones de verano son el momento perfecto para planificar unas vacaciones familiares, pero con los largos viajes por carretera y los vuelos prolongados, los hábitos de tu hijo pueden quedar olvidados. Puedes mantener fácilmente la rutina dental durante los viajes llevando en la maleta artículos de aseo, como cepillos de dientes, pasta de dientes, enjuague bucal e hilo dental.
Incluso durante los viajes, siempre puedes encontrar lugares para dedicar unos minutos al cuidado de los dientes de tu hijo. Durante los viajes por carretera, aprovecha las paradas de descanso para practicar los hábitos dentales, y en los vuelos largos, puedes utilizar el baño del avión para cepillarte y usar el hilo dental.
Haz de la nutrición una prioridad
Los calurosos meses de verano pueden hacer que tu hijo recurra a golosinas como el helado o los polos para combatir el calor, pero el consumo excesivo de estos tentempiés azucarados puede provocar caries.
Sin embargo, puedes ayudar a tu hijo a refrescarse sin que se le suba el azúcar. En lugar de los alimentos dulces del verano, como los granizados, dale a tu hijo un batido hecho con frutas frescas para obtener un refrigerio naturalmente endulzado que no ponga en peligro sus dientes.
La hidratación es especialmente importante cuando hace calor, pero intenta evitar que tu hijo beba limonada, refrescos y bebidas deportivas. El agua simple no sólo es más hidratante, sino que también limpia su boca mientras bebe.
Si la placa dental no se elimina, esta se convertirá en sarro, lo que dificultará su posterior eliminación.
Mantén a los niños seguros mientras hacen deporte
Con la salida del colegio y un montón de días soleados para disfrutar, es probable que tu hijo se mantenga ocupado con un montón de actividades divertidas al aire libre. Aunque el ejercicio es vital para la salud de tu hijo, el aumento de la actividad física puede conllevar algunos riesgos de seguridad añadidos. Equipa a tu hijo con un protector bucal para proteger sus dientes, su boca y su mandíbula de posibles lesiones cuando practique deportes como el fútbol o el voleibol playa.
Incluso las actividades al aire libre menos intensas, como ir a la piscina, pueden ser peligrosas si tu hijo se resbala y se rompe un diente. Prepárate para las emergencias dentales estudiando qué hacer en caso de que ocurra una y guardando el número de tu dentista para poder corregir rápidamente cualquier problema antes de que los problemas de salud bucal de tu hijo empeoren.
Programa una limpieza de verano
Incluso si tu hijo cuida perfectamente sus dientes este verano (y seamos sinceros, los niños están obligados a tener deslices), las limpiezas regulares son esenciales para mantener la sonrisa de tu hijo saludable. La placa y el sarro se acumulan con el tiempo, independientemente de la frecuencia con la que te cepilles y utilices el hilo dental, y la única manera de eliminar por completo toda esa acumulación es con una limpieza dental profesional. Una cita dental también le da a tu dentista la oportunidad de comprobar la salud oral general de tu hijo para asegurarse de que su boca se mantiene en plena forma.
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